Después de mucho tiempo dando vueltas por el taller, esta descalzadora al fin está terminada. Estaba muy mal conservada y sabíamos que íbamos a tener mucho trabajo por delante, pero ha merecido la pena, teniendo en cuenta el aspecto que luce ahora. Es una descalzadora isabelina vintage de los años 50/60, realizada en madera de roble. Un mueble muy practico y cómodo en peligro de extinción. Después de una exhaustiva restauración y meses de trabajo, al fin llego el momento de sacar todo el partido a la pieza. Pintamos con pintura a la tiza en tono visón, posteriormente le dimos una patina dorado antiguo que luego procedimos a decapar, por último enceramos para proteger la pintura. Tapizamos en tono rosa bebe, respetando el acabado en capitoné y rematamos con pasamanería en tono crema. Es muy reconfortante ver el resultado final de un viejo y desvencijado mueble, trabajar con el y comprobar que ha sido un buen trabajo. Conseguimos...