De entre todas las piezas siempre hay una de la que te sientes realmente orgullosa, o de la que te cuesta mucho desprenderte. Y en este caso es ésta sin lugar a dudas. Este mueble antiguo, despues de tratarlo y prepararlo para una nueva etapa de su vida, lo pintamos de blanco roto y lo decapamos. Así solo pintadito ya estaba bonito pero como siempre (es como si la mesita te susurrara lo que quiere) no nos conformamos y decidimos que unas imágenes transferidas le quedarían muy bien, la gran odisea era encontrar que imágenes le iban mejor, y lo peor de todo es que todas nos gustaban y teníamos que decidirnos y lo hicimos, vaya si lo hicimos, y el resultado le da un toque romántico que esperábamos conseguir desde un principio. Puede que no sea el mejor de nuestros trabajos, o que para algunas personas no sea nada del otro mundo, pero desde luego, y no se porque, cuanto más la miramos más nos convencemos de que es preciosa, se mire por donde se mire. Puede que no sea perfecta pero...